Quienes han tenido una hemorragia cerebral y toman estatinas corren mas riesgo de volver a tener otra que quienes no las toman. Así acaba de constatarse en un reciente estudio efectuado por expertos del Hospital general de Massachusetts y de la Escuela de Medicina de Harvard.
De ahí que uno de los investigadores, el Doctor Brandon Westover, declarara : “Analizados los datos todo indica que en los casos de alto riesgo de hemorragia intracerebral recurrente es preferible no ingerir estatinas.
Eso si, ignoran la razón de que tener el colesterol tan bajo incremente el riesgo de sangrado en el cerebro y se preguntan si las estatinas no influirán en la coagulación sanguínea.
De aquí se deduce la necesidad de no ingerir estatinas. Las estatinas además de peligrosas no sirven para prevenir patologías, no existe prueba alguna que avale su supuesta capacidad preventiva en pacientes sanos con alguno de los denominados factores de riesgo cardiovascular. A esto habría que añadirles que recientemente se había relacionado su consumo con diabetes, cataratas y disfunciones hepáticas y renales.
El exceso de colesterol “malo” ha pasado en apenas unas décadas de “factor de riesgo” cardiovascular a poco menos que una enfermedad en sí misma que debe ser tratada casi de forma crónica con fármacos para reducir o controlar su nivel en sangre.
La lucha contra el colesterol se ha convertido en uno de los grandes retos de la “medicina moderna”. Y es que de ser presentado como un simple factor que puede contribuir a la aparición de accidentes cardiovasculares (junto a otros como la vida sedentaria, una inadecuada nutrición, el exceso de estrés, emocional o físico, o un consumo abusivo de alcohol y tabaco, entre otros) ha pasado a ser considerado una enfermedad en sí misma .
Se ha hecho creer a la población (e incluso a gran parte de los médicos)que el exceso del llamado colesterol malo es causa de muchas enfermedades pero que, gracias a Dios y a la Ciencia, unos fármacos milagrosos son la solución: las estatinas.
En suma, quieren hacernos creer, que todo el mundo está de acuerdo en tres verdades presentadas como absolutas y que son las que sostienen un negocio fabuloso:
1) Que la principal causa de los problemas cardiovasculares es el exceso en sangre de colesterol “malo” (LDL).
2) Que las estatinas previenen esa posibilidad porque bajan su nivel.
3) Que ambas cosas están científicamente demostradas.
Bueno, pues la realidad es que no es así. Ni todo el mundo en la comunidad científica piensa que el colesterol tenga que ver con los accidentes cardiacos, ni todo el mundo cree que las estatinas prevengan los accidentes cardiovasculares al reducir el nivel de colesterol, ni todo el mundo está de acuerdo en que los estudios a largo plazo avalan esas afirmaciones, es más, gran número de estudios científicos efectuados en los últimos años contradice eso abiertamente.
Y en efecto, existen muchos trabajos que reivindican el papel benéfico del colesterol. “No hay ningún tipo de vida en la Tierra que pueda sobrevivir sin colesterol. Esto le dirá automáticamente que, en sí mismo, el colesterol no puede ser malo. De hecho es uno de nuestros mejores amigos. Nosotros no estaríamos aquí sin él. Es más, la excesiva reducción del nivel de colesterol aumenta el riesgo de morir. El doctorMatías Rath quien lleva años sosteniendo que el colesterol es un mecanismo de reparación del daño sufrido por las paredes arteriales.
En el Medical World News del 27 de marzo de 1992 se publicó un estudio según el cual entre los adultos estudiados tras sufrir un ataque cardíaco mortal había tantas personas con un colesterol por encima de 300 como por debajo de 200. Y en el nº 149 de la revista Atherosclerosis se afirmaría que más de la mitad de los pacientes admitidos en los hospitales con un ataque cardíaco presentaban unos índices normales de colesterol.
Via : Discovery Salud