Manipular a los médicos para vender la inútil vacuna contra la gripe


Una de las claves del éxito de la campaña que los profesionales sanitarios desarrollaron en España para denunciar que la de la gripe A era una falsa pandemia y que había que llamar a la calma, fue que la mayor parte decidieron NO vacunarse contra la gripe.
Ello supuso para buena parte de la población un espaldarazo a sus observaciones sobre la manipulación de la realidad en favor de ciertos intereses privados deseosos de vender vacunas y antivirales (lo consiguieron pero el precio pagado en pérdida de credibilidad y en mala imagen se ha revelado demasiado alto).
Desde entonces, ha aumentado la presión para que los profesionales sanitarios, cual ovejitas mansas, entren en el redil que marcan los que mandan en los sistemas sanitarios, los fabricantes de medicamentos y aparataje sanitario (entre otros). Un ejemplo. En Argentina hay comisiones de bioética encargadas de recordar al personal sanitario “su obligación” de vacunarse contra la gripe para no enfermar ni contagiar a sus pacientes.
Qué paradójico resulta comprobar que la evidencia científica es esa diosa a la que se puede recurrir cuando hay algo que vender pero a la que se rechaza cuando se trata de actuar bajo sus consejos. Por cierto, América Latina es hoy el mercado sanitario que más crece…
La publicación “biblia” de la medicina basada en la evidencia, Cochrane Library, vuelve a ofrecer otro estudio científico sobre la vacuna antigripal, que encuentra que NO tiene fundamento aplicarla en profesionales sanitarios para evitar la gripe en ancianos institucionalizados.
¿Vacuna antigripal en profesionales sanitarios? No, gracias, es faltar a la ética el pensar en vacunarse. Vale es un comentario irónico. “Suele presentar al revés, que falta a la ética el profesional que no se vacuna contra la gripe”, me comenta el médico especialista en medicina científica Juan Gérvas.
En realidad falta a la ética perder el tiempo haciéndose preguntas (¡insinuando la única respuesta e incluso a veces obligando!) sobre hechos que sabemos falsos por reiterados y continuos estudios. Es falta de ética discutir sobre la vacunación de los profesionales sanitarios contra la gripe pues hay certeza repetida de que es inútil, que no sirve para su objetivo ni de proteger a los pacientes ni de proteger a los propios profesionales.
Con ese debate sobre la vacuna antigripal se olvida (y ese el problema ético) lo más sencillo y simple, “de eficacia probada, el simple lavado de manos”, comenta Gérvas. Así que ya lo sabéis, a lavarse bien las manos antes, durante y después de la atención a cada paciente, en la consulta, en urgencias, en el hospital, a domicilio y siempre y a ahorraros tragos inútiles y que no se entere algún fabricante de jabones que conseguirá hacer el lavado ¿de cerebro? obligatorio.
 
 Publicado por Miguel Jara (@MiguelJaraBlog) el 22 de agosto de 2013