IPOD de los Alimentos (Enero 2011)

El Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD) del mes de Enero 2011, se establece en un 4’18 porcentual, es decir, vuelve a subir tras la resaca navideña.
El producto que muestra diferencias más significativas son los limones, a los productores se les ha pagado 0’17 euros por kilo de limones y los consumidores hemos pagado 1’56 euros por kilo, la diferencia porcentual se establece en un 818%, es decir, los consumidores hemos pagado hasta 9’18 veces el valor de esta fruta en origen.
El segundo alimento que encabeza el ranking de las diferencias entre origen/destino son las naranjas, el IPOD de enero 2011 establece un 700%, es decir, los consumidores pagamos 8 veces su valor en origen y eso que estamos en plena temperaba y las naranjas abundan. La cotización en origen se reduce 7 céntimos situándose en 0’17 euros/kilo, los consumidores pagamos 1’36 euros por kilo. Se ha trasladado la reducción de precios a los consumidores, pero se ahoga la rentabilidad del agricultor en lugar de limitar los márgenes de los intermediarios.
El tercer alimento que supera la barrera del 500% son las mandarinas, esta fruta también ha reducido su cotización en origen pasando de 0’24 euros/kilo a 0’19 euros/kilo en enero. La reducción se ha trasladado al consumidor, pero la diferencia porcentual de origen/destino es prácticamente la misma que en el mes de diciembre, un 616%, o lo que es lo mismo, los consumidores pagamos 7’16 veces el valor de las mandarinas en origen.
Las zanahorias son el cuarto producto que supera la barrera del 500% de diferencia, se mantienen igual que en el mes de diciembre, se cotizan en origen a 0’13 euros/kilo y los consumidores pagamos 0’96 euros kilo, la diferencia porcentual se establece en un 638%. Las diferencias de precios en origen/destino siguen siendo elevadas y no hablamos del traslado de la reducción de precios a los consumidores, sino de mejorar la cotización en origen y que los intermediarios ajusten sus márgenes comerciales, como decíamos, nos sorprende que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio se haga eco de la reducción de precios para los consumidores y no mencione que ello ha sido gracias a apretar más el cinturón a los agricultores.