La siesta

Los beneficios aportados por la siesta están siendo alabados por multitud de organismos científicos que aseguran que el bienestar que ofrece es incomparable a cualquier otra solución médica. Entre ellos destaca la disminución de los riesgos cardiovasculares, la liberación de tensiones, el aumento de la capacidad de concentración y el refuerzo del estado de alerta. La última institución en declarar los beneficios de la siesta ha sido la Agencia Espacial Norteamericana (NASA), quien considera que el tiempo adecuado para una siesta modélica es de 26 minutos.
Como explica el coordinador de la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia, el doctor Gonzalo Pin Arboleda, "el ser humano tiene como 2 ó 3 'ventanas' durante el día que le inducen al sueño. Por ello, dormir durante un pequeño periodo de tiempo ayuda al cuerpo a soportar mejor el día".
Mientras que los efectos de la siesta sobre los adultos pueden ser beneficiosos, esta práctica en los niños y los ancianos es fundamental. En los niños menores de 5 años la siesta es una práctica estrictamente necesaria para el desarrollo físico y neurológico. Está práctica en la tercera edad también es necesaria para que los ancianos aguanten mejor el día y tengan una mejor calidad de vida".
La práctica de la siesta suele realizarse de manera general tras la comida, su realización produce una relajación muscular que facilita que el aparato digestivo pueda realizar la digestión de una forma más eficaz".
Actualmente son muchos países los que reconocen los efectos beneficiosos de esta costumbre tan española. "la siesta es una de las mejores recetas para eludir los problemas cardíacos". Todos los expertos coinciden que la siesta ha de tomarse en su justa medida. Cuando se toman siestas demasiado largas se pueden alterar los ciclos de sueño, y sufrir insomnio durante la noche. Por ello apuntan a que la siesta debe duran entre 15 y 20 minutos (Una pequeña siesta mejorara tu vida)..
Los beneficios aportados por la siesta están siendo alabados por multitud de organismos científicos que aseguran que el bienestar que ofrece es incomparable a cualquier otra solución médica. Entre sus beneficios se destaca la disminución de los riesgos cardiovasculares, la liberación de tensiones, el aumento de la capacidad de concentración, el refuerzo del estado de alerta, previene el envejecimiento y alarga la vida.
Y será cierto, porque cuando uno se echa una siesta se le nota en la cara: refleja luminosidad, frescor, optimismo y buen humor.
La siesta es el mejor reparador natural con el que contamos. Sumarle unos minutos de sueño al mediodía a las 8 horas de la noche consigue numerosos beneficios de los que muchas veces no somos conscientes. Es importante encontrar un lugar tranquilo y cómodo, y a poder ser que no sea la cama. Lo ideal es el sofá.
España, exportador de esta costumbre a todo el mundo, no es ya de los países que más lo practican. Según los últimos estudios, sólo el 9% de los españoles toman ya la siesta cada día, frente al 25% de los alemanes y el 16% de los italianos.