Yo y mi YOGA(II)

CIENCIA DEL SENDERO
Nos enseña el conocimiento de la meta y el camino que conduce hacia ella.
No es necesario realizar practicas indiscriminadas de las diferentes técnicas de Yoga.
Desde el punto de vista mítico, todo el mundo es conocedor de la existencia del Sendero.
El Sendero se encuentra donde empieza para nosotros el mundo (la punta de nuestra nariz). El mundo exterior termina donde comienza el Sendero.
Al igual que en el cuento de Aladino, dirígete al interior de la montaña, no te distraigas ni te entretengas, y al final encontraras la lámpara maravillosa y con ella al Genio que te dará todo lo que le pidas.
El Sendero, se encuentra en el interior de la montaña. Si nos damos cuenta, casi todos los relatos místicos ocurren en las montañas (sobre todo en las cimas), de hecho mucha gente acude a las montañas para encontrar a los dioses.
La montaña simboliza al hombre. El Sendero esta en el interior de esa montaña. Es necesario abrir la puerta de esa montaña, buscar dentro de si y no fuera en el exterior.
Al igual que en el cuento de Ali-Baba y los 40 ladrones, hay que gritar la palabra clave ¡Ábrete Sésamo!, para poder entrar dentro de la montaña. Hay que eliminar esos obstáculos que te impidan apropiarte de los tesoros.
El Yoga, lo que pretende es abrir la montaña, caminar por el sendero hasta llegar al tesoro, a la lámpara maravillosa, al SER.
El Sendero comienza de la montaña hacia adentro. Nuestro cuerpo también puede ser alegóricamente comparado a un templo bien construido. El pórtico, la parte externa con estatuas, representa nuestro cuerpo físico. Una vez atravesada la puerta de entrada, se inicia el camino que nos conduce al altar o Santa-Sanctórum. Ya San Pablo afirmó "Cada uno de vosotros, sois el templo del Espíritu Santo".
Donde terminan todos los caminos del mundo, comienza el sendero.
La leyenda asegura que, en un momento dado, Dios y sus consejeros estuvieron pensando largamente donde esconder la divinidad del hombre, para que aquel que la encontrara la utilizara de forma adecuada y desinteresada. Ni en el centro de la Tierra, ni en el fondo del Océano, ni siquiera en el lugar mas alejado de la Galaxia. pareció adecuado a Dios, ya que entendía que incluso en lugares tan alejados, el hombre lo encontraría para utilizarlo en su propio beneficio. 
Finalmente, Dios decidió situarlo en el único sitio donde al hombre nunca se le ocurriría buscar, dentro de si mismo, en su corazón. Cuando el hombre, cansado de vagar, se refugia en si mismo, encontrará la divinidad.
Hemos de abrir la montaña para poder entrar en el sendero. Tenemos que hacernos nuestro propio sendero con la ventaja de que no tenemos necesidad de buscarlo en ninguna parte, ya que siempre esta con nosotros y nos acompaña a todas partes.
Sin embargo, el Sendero no se mostrara hasta que reunamos una serie de condiciones: Hemos de ajustarnos a la Ley Universal. Abrir la puerta del Sendero, implica trabajar el pórtico (cuerpo físico), hacer asanas, pranayamas, limpiezas etc.
Nuestro cuerpo físico, es un inconveniente y al mismo tiempo nos sirve para abrir este pórtico y entrar en el sendero. Conquistamos el control de nuestro cuerpo, ejerciendo el poder sobre el a través del conocimiento.
Pero, ¿Que conocimiento tenemos de nuestro cuerpo? ¡NINGUNO!. Todo el poder viene del conocimiento. ¿Como abro esa puerta?. Adquiriendo el conocimiento del cuerpo físico