Una bonita historia Sioux

En más de una ocasión quise hacerme entender sin conseguirlo, sobre la idea de la vida en común que pasaba por decidir libremente cualquier tipo de relación, que no suponga más ataduras que las justas y que estas no condicionen tu independencia como individuo. En definitiva compartir el camino sin anular nuestra individualidad.
Navegando por la Red, me encontré un texto en forma de leyenda que aclara mejor que nadie este concepto.
Lo he leído varias veces y lo voy a incorporar al blog para que forme parte de su esencia.

"Una bonita historia Sioux "
 Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux, que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable  de los jóvenes guerreros, y Nube Azul, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.
           Nos amamos - empezó el joven
          - y nos vamos a casar - dijo ella
          - y nos queremos tanto que tenemos miedo ....
          Queremos un hechizo, un conjuro o un talismán, algo que nos garantice que podremos    estar siempre  juntos, que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta el fin de nuestros días.
          - Por favor ....- repitieron - ¿Hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó al verlos tan jóvenes , tan enamorados y anhelantes esperando su palabra ...
          Hay algo...- dijo el viejo - pero no sé ... es una tarea muy difícil y sacrificada.
          Nube Azul - dijo el brujo - ¿Ves el monte al norte de nuestra aldea?. Deberías escalarlo sola y sin mas armas que una red y tus manos y cazar el halcón mas hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberías traerlo aquí con vida el tercer día después de luna llena. ¿Has comprendido?
          Y tú, Toro Bravo - siguió el brujo - deberás escalar la montaña del Trueno. Cuando llegues a la cima, encontrarás la mas brava de todas las águilas, y solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí viva el mismo día en que vendrá Nube Azul. ¡Salgan ahora!.
Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte y él hacia el sur.
El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con las bolsas que contenían las aves solicitadas. El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Eran verdaderamente unos hermosos ejemplares.
          Y ahora, ¿que haremos ? - preguntó el joven - ¿Los mataremos y beberemos el honor de su sangre?.
          No - dijo el viejo.
          ¿Los cocinaremos y comeremos el valor de su carne? - propuso el joven
          No - repitió el viejo - Harán lo que les digo : Tomen las aves y átenlas entre si por las patas con estas tiras de cuero. Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón  intentaron levantar el vuelo pero solo consiguieron revolcarse por el suelo. Unos minutos después irritadas por la incapacidad de volar libremente, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse. Este es el conjuro - dijo el anciano - jamas olviden lo que han visto. Sois como el águila y el halcón. Si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no solo vivirán arrastrándose sino que además tarde o temprano, empezaran a lastimarse el uno al otro. Si quieren que el amor entre vosotros perdure, vuelen juntos ... pero jamas atados.