El arroz salvaje, grano de agua, avena de agua, o arroz indio, de tono marrón oscuro, pues no se le quita la cáscara, no se corresponde con lo que conocemos comúnmente como arroz, aunque tenga una apariencia similar por su forma fina y alargada.
Se trata de una gramínea acuática cuyo nombre científico es “zizania palustres”. Es la semilla de una planta silvestre que crece en lugares pantanosos, en América del norte, y ya fue conocida por los aborígenes del lugar, los chippewas, que lo llamaban manoomin. Tras la llegada de los europeos fue comercializado por su alto valor nutricional (aporta proteínas, fibras, hidratos de carbono, lisina, ácido fólico, zinc, magnesio, potasio, fósforo y manganeso, además de vitaminas del grupo B) y por su exquisito sabor semejante al de las nueces o al de las avellanas.
No contiene gluten por lo que resulta apto para los celíacos. Además de consumirse hervido durante treinta minutos, en cuatro partes de agua por cada una de arroz salvaje, también puede hacerse frito, sin previa cocción, en forma similar a como se hacen las palomitas de maíz.
Puede combinarse con arroz blanco o integral, agregarle verduras en ensalada, servirse con frutos secos, añadirse a caldos, o utilizarse para hacer croquetas. Se encuentra en tiendas de dietéticas o naturistas, es un producto caro y en general lo venden mezclado con otros tipos de arroz. En este caso, verificar que todos requieran el mismo tiempo de cocción, lo que en general sucede con el arroz integral, ya que el blanco necesita menos tiempo.